Microsoft sigue actualizando Windows 10 con gran ritmo, siguiendo su estrategia de dejar de considerarlo un sistema operativo para pasar a jugar un papel de servicio. Lo último presentado ayer en el Build 2017, su evento anual de desarrolladores, ha sido un nuevo lenguaje de diseño llamado Fluent Design, que es el nombre final de lo que por rumores y filtraciones se conocía como Project Neon.
Aunque Windows tiene desde Windows 8 una estilo plano, Fluent Design tiene nuevos elementos que lo modernizan y tratan de darle un toque más consistente a toda la experiencia. El problema es, por supuesto, que para que todo luzca similar los desarrolladores tienen que actulizar sus aplicaciones, y muchos no sienmpre están por la labor.
De Fluent Design llama la atención que se centra de nuevo en el blur o difuminado en las aplicaciones, que la propia Microsoft ya tenía en Windows Vista hace 10 años. Recientemente se puso de moda de nuevo con la llegada de iOS 7. Se trata de una guía de diseño que no sólo estará presente en Windows 10, y es que Microsoft, como ha hecho con Metro y Modern UI desde su presentación, pretende que también esté en sus aplicaciones de iOS y Android.
Los cambios de Fluent Design llegarán al núcleo del sistema en la “Creators Fall Update“, pero gracias a las actualizaciones son múltiples aplicaciones las que ya cuentan con el nuevo diseño.
Otra de las grandes novedades presentadas es el portapapeles universal. Es decir, un usuario podrá copiar texto e imágenes en su ordenador con Windows y pegar en un iPhone o Android, y vice versa. La clave para hacer esto extensible a todo el sistema es la compra del teclado Swiftkey, que permite llevar sus servicios a cualquier campo de introducción de texto, como ha hecho Google con Gboard.
No hay comentarios:
Publicar un comentario