jueves, 21 de enero de 2021

Una cooperativa de Bilbao ha creado una plataforma de pagos pensada para ser empleada en redes de pequeños comercios y “retomar el control del dinero”




En 2013, una cooperativa bilbaína puso en circulación su propia moneda para “retomar el control del dinero”. Con esta divisa de ámbito local, pretendían reforzar el pequeño comercio en el Casco Viejo de Bilbao y, en palabras de Miguel Ángel González, uno los impulsores del proyecto, lograr “que la economía pudiera funcionar de una forma más cooperativa, no tan competitiva”. Pero aquellos billetes tangibles bautizados como bonos Ekhi se les quedaron cortos: les impedían llegar a nuevos territorios, establecer nuevas formas de intercambio y, en definitiva, crecer de forma más ambiciosa. “La cantidad de recursos necesarios a nivel humano, financiero y en papel era muy alta”, admite González. “Entonces vimos que la forma de gestionar el tema tenía que ser digital sí o sí”.

Bájate la app desde Google Play y la App Store!



El resultado de los últimos tres años de trabajo es Ekhilur, un sistema de pagos puesto en marcha a principios de enero, comparable con Visa, Bizum o PayPal, con cobertura en País Vasco y Navarra, y bajo la gestión de una cooperativa donde cada asociado tiene voz y voto. “En los modelos mayoritarios, el sistema siempre favorece a las grandes superficies comerciales y empresas multinacionales. Lo que pretendemos es unir al pequeño comercio y pequeñas empresas de forma que colaboren y cooperen para reforzarse”.

¿Cómo funciona? En su utilidad básica, cada ciudadano tiene su propio monedero electrónico en el que ingresa el dinero que luego puede gastar en los comercios que forman parte de la red de Ekhilur. Por cada compra, que se realizará a través del móvil, recibirá un abono en forma de puntos ekhi que podrá reinvertir en sus siguientes transacciones. De este modo, el sistema tiene las características recargables de un abono de transportes y ofrece ventajas propias de una tarjeta de fidelización.

La exigencia de utilizar el teléfono como herramienta de pago es para González una de las pocas desventajas de implementar un sistema de pago electrónico. “Se pierde en lo que tiene que ver con la brecha digital. Pero para salvar esto tenemos planeado sacar unas tarjetas con código QR que se van a poder recargar con euros en los comercios”, explica. En el momento del pago, bastará con que el comercio escanee esas tarjetas.

Además de reforzar que las cantidades de dinero invertidas en Ekhilur circulen dentro de la red local de comercios -retirarlas exige el pago de una pequeña tasa-, la plataforma admitiría también aportaciones de entidades públicas. “Pueden encauzar su presupuesto público a las empresas de su circuito económico, por ejemplo, poniendo ayudas sociales en el sistema en forma de puntos Ekhi. De esta forma, los ayuntamientos pueden decidir donde se va a hacer ese gasto”, precisa González.
Incentivos sociales

El funcionamiento de Ekhilur está diseñado para garantizar que desde esa red de intercambios se logran beneficios para la comunidad circundante. Al cabo de cada mes, un 0,5% del saldo disponible de cada usuario se convierte en una donación destinada a la asociación de su elección. “Es una forma de estimular que se gaste ese saldo y nos ayuda a que las asociaciones que forman parte reciban una pequeña financiación”, explica el portavoz de la nueva plataforma.

Por otra parte, la tasa que deben pagar las empresas para retirar su dinero es menor cuanto mayor sea la responsabilidad social del negocio. “Esto se determina con lo que hemos llamado índice de eficiencia social”, añade González. Este baremo toma en consideración factores como el uso de energía renovable, la paridad en los órganos de decisión, el apoyo a la cultura local…

Para el futuro próximo, trabaja en el diseño de una integración sencilla del sistema para pagos en línea en las webs de pequeños comercios. Pero la prioridad ahora mismo es levantar una red de establecimientos que justifique la inversión de los también necesarios usuarios en estos monederos virtuales. “Nos lo está poniendo un poco difícil la pandemia porque nuestra idea era haber empezado a dar charlas presenciales hace algunos meses. Cuando nos vemos las caras es más fácil explicar todo”.

El lado bueno de la covid-19 y las limitaciones que ha puesto en la vida urbana es la patente necesidad de potenciar el consumo de cercanía para salvar los negocios locales. “Nos han contactado desde ayuntamientos que han visto que Ekhilur puede ser una herramienta muy interesante para esto”, asegura González. En este contexto, el sistema se convierte en una red de redes en la que los puntos Ekhi acumulados por los comercios de Bilbao podrían admitirse, por ejemplo, en Basauri.
La trastienda de Ekhilur

Poner en marcha Ekhilur ha supuesto años de esfuerzo, puesto que, para ser viable, un proyecto de estas características debe cumplir lo que establece la ley de dinero electrónico. “Lo que más tiempo nos ha llevado ha sido encontrar una empresa que cumpla con esa legislación y desarrollar todo el entorno informático para poder funcionar con esa entidad”, explica González. 

En el extremo de los usuarios la tecnología empleada para sus monederos virtuales se basa en la app Clickoin, diseñada para la implementación digital de intercambios de diferentes unidades de valor -dinero, tiempo, kilos- y disponible para ordenadores y dispositivos móviles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nueva batería de iones de sodio que se recarga en segundos

  Semana Santa nos dejó una imagen imborrable. El atasco de coches Tesla que se hizo en el Área 175, o en la estación de Tesla de la A-31, e...