jueves, 7 de marzo de 2013

BlackBerry Z10, análisis

Hemos pasado tres semanas con BlackBerry 10 y BlackBerry Z10 para intentar responder a las dos preguntas clave, ¿es competitiva la propuesta de la antigua RIM en el entorno actual? ¿Llegan a tiempo para dar la vuelta a la tendencia que les venía relegando en smartphones?
Por eso este es un análisis más de la plataforma y del sistema operativo y no tanto del terminal, el Z10, que no es sino el primero de una larga serie que está por llegar de la mano de Blackberry. Antes de nada, debemos decir es que se han atrevido a hacer algo diferente: una experiencia basada en gestos sobre el concepto de “matriz de iconos” que nos lleva tantos años acompañando y que es el núcleo de los dos sistemas más populares, Android y iOs.
De hecho hay un primer mensaje para los usuarios de BlackBerry de toda la vida: lo que vais a tener entre manos es una revolución de la experiencia. Jamás un dispositivo de los canadienses había logrado un nivel siquiera cercano en cuanto a diseño, usabilidad, fluidez, funcionalidades y experiencia de usuario. Si habéis llegado a 2013 con una BlackBerry en mano – ya sea por opción personal, ya sea por ser el móvil que la empresa mantiene – la versión 10 del sistema sólo trae buenas noticias.

BlackBerry 10: Un interfaz basado en gestos

Cómo comentábamos, BlackBerry 10 no plantea un cambio completo respecto al concepto de “matriz de iconos” como Windows Phone pero sí que construye un interfaz unívocamente diferenciado, en el que el click sobre el icono tiene mucho menos protagonismo que los gestos. Esto para entenderlo en todo su pontencial hay que verlo y por eso hemos hecho un pequeño vídeo al respecto.



Es tal la importancia de los gestos en el sistema, que BB10 carece de botones. No ya físicos en la Z10 – más adelante habrá modelos con teclado qwerty – sino siquiera integrados en el interfaz y fijos abajo como en otros sistemas. No te queda otra que aprender los gestos clave en el interfaz y eso es algo con lo que nos vamos a topar en el primer encendido: hay una curva de aprendizaje considerable.
De abajo hacia arriba nos lleva a la pantalla de inicio del sistema. Izquierda y derecha nos permiten navegar por las distintas cuadrículas de aplicaciones como si estuviésemos con un Android, de arriba a abajo saca opciones y, este es crítico, de abajo hacia arriba con giro a la derecha a mitad de pantalla nos lleva al “Hub”, del que hablaremos más adelante y que es una parte crítica del sistema.
Además de la curva de aprendizaje, los sistemas basados en gestos suelen pagar un segundo precio: mayor tasa de intentos de dar una orden que no es bien comunicada al sistema y no se ejecuta. El click en el botón o el pulsar sobre el icono suelen ser más fiables. En esto BlackBerry 10 no es una excepción, pero también esta lo que se gana. Una vez dominados la impresión es que se llega a todo más rápido, que se han acortado los caminos, máxime en este sistema en el que están realmente bien planteados (desde Playbook donde ya “asomaban la patita” han aprendido mucho).
Aquí lo difícil para un servidor es intentar eliminar el sesgo de usuario “medianamente avanzado que ha usado muchos sistemas y con gran curiosidad por cada cosa nueva tecnológica”. ¿aceptará o no aceptará el usuario “normal” una propuesta como la de este sistema que le pide tanto trabajo de inicio? El mayor problema para Blackberry es que el valor se empieza a encontrar tras horas y días de uso y muy difícilmente cuando uno llega con dudas a la tienda y juega un poco con el teléfono.

El Hub

El hub y el flow son dos aspectos críticos de la experiencia del sistema y en donde BlackBerry ha puesto el mayor esfuerzo en diseño de la experiencia y en comunicación de la misma. El hub se podría asimilar como un centro de notificaciones, pero realmente va más allá. Al igual que otros sistemas – el mismo Windows Phone, capas de distintos fabricantes sobre Android – hace las veces de integrador de cuentas, de centro de las comunicaciones. ¿La diferencia? Pues que el hub de BlackBerry 10 ofrece la mejor experiencias para este tipo de propuestas que he probado.



En hub podemos integrar correo, calendario, SMS, llamadas perdidas, Blackberry Messenger, notificaciones de redes sociales (Twitter con sus directos y menciones, Facebook, Linkedin) y del sistema (actualización de aplicaciones o de la plataforma). De entrada esto se debería traducir como un buzón con mucho ruido, pero el diseño del hub ayuda mucho a poder filtrar por canal (ahora veo sólo el correo por ejemplo) y dentro del mismo (ahora veo sólo las menciones de Twitter o sólo los correos con esta etiqueta o sólo de esta cuenta).
Algo importante respecto al hub es que no es sólo para lectura, sin salir de él podremos hacer la mayoría de acciones que cada canal permite: responder a los correos, reenviarlos o bajarnos los documentos adjuntos, responder a menciones en Twitter, aceptar invitaciones en cada una de las redes, responder los SMS, etc, etc… también hay que subrayar que BlackBerry tiene la puerta abierta a que otras aplicaciones se integren en el futuro (ese Whatsapp tan esperado por ejemplo).
Sólo por evitar los quebraderos de cabeza que suponía tener un correo personal en una BlackBerry además del configurado para el uso profesional, este hub va a dar una gran alegría a los fieles a la marca.
¿Algún defecto? La integración en ocasiones no tiene en cuenta los eventos producidos con otros accesos diferentes. Por ejemplo, uno lee las menciones de Twitter en la web o otra aplicación y el Hub sigue mostrando el número que él ha detectado cada vez. Si a eso sumamos que no es fácil hacer el “marcar todo como leído”, confluye en que sea uno de los puntos mejorables (y no está en mano de Blackberry, las APIs de los servicios deben permitirlo, aunque sí que podrían facilitar poner el contador a cero).




Flow

Otro punto crítico del sistema es el “flow“. Así han llamado al hecho de que en cada momento afirman que el usuario tiene a al alcance lo que necesita para su siguiente acción. Eso se traduce sobre todo en que con sólo hacer el gesto de abajo hacia arriba nos aparece la barra de notificaciones del hub y podemos saber si ha habido momentos nuevos. Si nos interesan basta continuar el gesto hacia la derecha para que nos lleve al hub; si no, continuamos hacia arriba o desistimos del gesto, pero ya estamos informados.
¿Es mejor o peor que las notificaciones en iOS o Android? Mi impresión es que por un lado les ha quedado más limpio y que el hecho de que te lleve al hub donde se puede ser muy operativo, les da alguna ventaja en este punto.





En realidad esto del flow se ve en muchos detalles del sistema. En la presencia del botón de compartir cuando hay algo “compartible”, de la información personal del perfil de quien sea con quien estamos interlocutando (en correo o en cualquiera de los sistemas integrados) o tenemos una cita en la agenda (el sistema unifica directamente a partir del correo y teléfono las cuentas Facebook o Linkedin o Twitter).
¿Consigue su promesa? De nuevo nos vemos con una alta barrera de entrada, con una curva de aprendizaje nada desdeñable. Una vez superada, el sistema realmente está conseguido, aunque hay puntos que ya hemos visto en otros sistemas (ese botón de share que tan bien funciona en Android sin ir más lejos). Y en alguna ocasión me ha costado encontrar lo que necesitaba, como la agenda de citas mientras escribo un mensaje directo en twitter para una cita.









1 comentario:

  1. La tecnología sigue avanzando, a las personas siguen utilizando lo productos de nueva tecnología, ya que siempre cosas nuevas.

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