viernes, 13 de marzo de 2015

España, el país desarrollado con la Internet móvil más lenta


Aunque la inmensa mayoría de los españoles tienen un teléfono móvil y pagan por un acceso a Internet móvil de banda ancha, la velocidad real de su conexión es la peor de entre los países desarrollados. Un estudio global con cinco millones de mediciones muestra que los países nórdicos y varios del este de Asia disfrutan de velocidades que doblan y, en algún caso, quintuplican, la media de la existente en España.

Los grandes datos parecían buenos. 2014 acabó con un parque de líneas móviles de más de 50 millones, según el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Hace tiempo que dejó de ser noticia que haya más teléfonos que personas en España. Además, casi el 75% de los españoles tenían a mediados del año pasado una conexión de banda ancha móvil, cifra que ha debido mejorar en este tiempo. En los últimos meses, las compañías de telecomunicaciones no han dejado de publicitar sus redes 4G, hasta 10 veces más rápidas que el 3G.
Pero ¿cuál es la calidad real de esa banda ancha móvil? La velocidad media de la conexión móvil en España es de 4,6 megabits por segundo (Mbps), según un análisis realizado con una muestra de más de 200.000 usuarios en todo el mundo por expertos de la Universidad Aalto de Finlandia y la Internet Society. La cifra por sí sola apenas dice nada. Pero, si se la compara con las obtenidas en el resto de países, se entiende mejor: los ciudadanos de otras 29 naciones disfrutan de mayores velocidades que los españoles.
Entre los 10 primeros países con mejor conexión móvil (siempre en sentido descarga) aparecen, casi sin excepción, los que ya disfrutan del mejor acceso a Internet fijo. En la lista, encabezada por Dinamarca con unos envidiables 22,3 Mbps, están el resto de países nórdicos, Suiza y Bélgica. Además de Canadá, completan el grupo las naciones asiáticas más avanzadas, como Singapur (segundo de la clasificación), Corea o Japón. Todas ellas doblan al menos la velocidad en España.
España ocupa el trigésimo lugar en velocidad real de banda ancha móvil con una velocidad media de 4,6 Mbps
"Varios factores explican porqué los usuarios de móviles logran diferentes velocidades en los distintos países", dice el ingeniero electrónico y coautor del estudio, el profesor de la Universidad Aalto, Jukka Manner. Entre esos factores puede estar desde el modelo de móvil hasta el plan de datos contratado. Pero lo que más influye es, según este experto en redes, "la congestión en la red, que haya pocas estaciones base cubriendo áreas muy pobladas, o la disponibilidad de la red, cuántas estaciones base hay a tu alrededor a las que te puedes conectar".
Manner, que participa en la elaboración de los estándares de redes desde 1999, no sabe de la realidad española ni la política de despliegue de las operadoras españolas. Él solo conoce los datos que arroja Netradar, la aplicación para móviles que creó junto a su equipo para medir la velocidad real de la conexión. Una vez instalada, permite al usuario saber que velocidad media y máxima obtiene con su conexión, a qué tipo de redes se conecta o la cobertura disponible en su zona geográfica. También, y de forma anónima y agregada, envía los resultados al laboratorio de Manner.
Otro elemento que mide Netradar es la latencia, un aspecto clave en el rendimiento de una conexión y que expresa el retardo en el envío/recepción de un paquete de datos. En el caso español, una serie de bits enviados desde un móvil hasta los servidores usados en el estudio tardaba de media 254 milisegundos (ms). No parece mucho retraso, pero "esto es lo más importante para los servicios interactivos, como Voz sobre IP o las comunicaciones bidireccionales por vídeo", recuerda Manner. Para hacerse una idea, la latencia media en Suiza es de 119 ms y la de Irán de casi un segundo.
Buceando para EL PAÍS entre los resultados obtenidos por la aplicación, Manner también ofrece los datos desagregados por tecnología de radio (en particular 4G) de España y, para comparar, Finlandia. Netradar muestra que durante 2014, el porcentaje de conexiones de cuarta generación en España fue del 10% del total, por debajo de la media mundial. Sin embargo, y con datos de hasta ayer mismo, las conexiones 4G ya suponen el 22% en lo que va de año. La cifra dobla la del ejercicio anterior pero aún está muy lejos de la cobertura 4G que dicen ofrecer los operadores y que alcanzaría al 70% de la población española. Aquí hay que tener en cuenta que no todos los móviles son todavía compatibles con esta tecnología.
El 4G, sin embargo, no asegura un mejor puesto a España en la clasificación. La velocidad media de la conexión de los españoles con esta tecnología fue, en 2014, de 17,6 Mbps. Es cuatro veces más que la media de toda la banda ancha móvil española, pero aún lejos de los 29,4 Mbps de Finlandia, por ejemplo. Y es que esto de la conexión a Internet no es una foto fija. Cuando uno cree haber llegado a donde estaban los otros, éstos ya se han vuelto a adelantar.
Los resultados para España se basan en una muestra de 6.324 usuarios de Netradar, cifra que podría no ser representativa. "Por supuesto, cuantos más mejor, pero incluso con estas muestras, se representa bastante bien la escala nacional", asegura un Manner que invita a todo el mundo a instalarse su aplicación para comprobar cómo de buena es su conexión y, de paso, afinar los resultados para el año que viene.


jueves, 12 de marzo de 2015

Del Core i al Core M, ¿qué ha cambiado?




Habemus nuevo Macbook, un equipo peculiar por sus dimensiones, perfil, número de puertos USB y demás cosas. Gustará más o menos, pero es lo que es... y en el hardware, ¿qué nos encontramos?

A destacar el corazón, un procesador Intel Core M que muchos esperábamos, pero que seguramente haya sorprendido a más de uno. Sus mellizos Macbook Air y Pro han sido actualizados precisamente con los procesadores Intel Core i, más tradicionales. ¿M? ¿i? ¿Cuáles son las diferencias y por qué existen estas dos familias?

Intel Core i: remontándonos seis años atrás


Corría el otoño de 2008 cuando Intel presentaba los Core i7 tras algunos rumores previos que ya nos iban adelantando el camino. ¿Core i7? En las anteriores generaciones eran los Core(Core 2, Core, Pentium Dual-Core, Celeron...). Por entonces un lavado de cara que la arquitectura Nehalem (la primera en tomar los apellidos de Core iX) puso sobre la mesa permitiendo mejorar por mucho lo que las anteriores (la Penryn de 2007 o la Merom de 2006) ofrecían.

Pero ojo, 2008. Podríamos decir que prehistoria de la tecnología, o casi. Sin embargo, desde entonces, Intel apenas modificó sus nomenclaturas: tras los Core i7 aparecieron los Core i5 e i3 en cada una de las generaciones, año tras año. Tras Nehalem vino Westmere, Sandy Bridge, Ivy Bridge y las más recientes Haswell y la actual Broadwell. Todos ellos han sido Intel Core i, ofreciendo ciertas novedades puntuales. En líneas generales obviamente la arquitectura ha evolucionado y mejorado, pero en ningún momento lo ha hecho para sentar un cambio vital que obligue a Intel a cambiar de nombre. Hasta ahora.

Durante estos seis años, los Intel Core han tenido como prioridad ofrecer el mayor rendimiento posible, salvo algunas puntuales excepciones de procesadores 'U' de bajo consumo. Obviamente han existido gamas, como es lógico: las bajas Pentium y Celeron, las intermedias Core i3 y Core i5 y la superior a todas, Core i7.

Sin embargo, con el paso de los años y la cada vez más importante necesidad de tener dispositivos portátiles y con largas autonomías, Intel ha gestado durante todos estos años una categoría de procesador diferente donde lo importante no es tanto el rendimiento bruto que es capaz de proporcionar, si no otros valores. Son los Intel Core M.

Cuando el rendimiento ya no es esencial: llegan los Intel Core M


Y aquí ya no es una prehistoria de seis años atrás, si no un pasado bastante reciente. Tras varios meses en los laboratorios y con múltiples rumores, Intel presentó los Core M el pasado septiembre de 2014. Y lo hizo, además, aplicando un cambio de perspectiva bastante interesante y que se acomodaba a la tendencia de la industria.

Ha llegado un punto en el que conseguir el máximo rendimiento ya no es un aspecto vital para un procesador, permitiendo jugar con otras características como por ejemplo el almacenamiento a través de memorias flash. El peor de los procesadores puede ser un avión con un buen SSD, e igualmente el mejor de las CPU puede aportar la peor experiencia con un disco duro tradicional.

Comparativa TDP Intel Core M vs. Intel Core i


Comparativa TDP Intel Core M vs. Core i 'Y'






“La IA es tan inteligente que quedará a merced de malas personas"

  El imparable desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) es algo totalmente desconocido incluso para las personas que están implicadas e...