miércoles, 16 de julio de 2014

O3b pone en órbita cuatro nuevos satélites para dar conexión a 3.000 millones de habitantes




El sueño de llevar Internet a bajo coste a los 3.000 millones de personas que habitan en las zonas más pobres del planeta está cada vez más cerca. Los impulsores del proyecto O3b (Other three billion) han colocado ya en órbita ocho satélites de comunicaciones, con los que aspiran a romper la brecha digital entre el Norte y el Sur y de paso abrir la puerta de la sociedad de la información a países emergentes o en vías de desarrollo. Esta red supra continental ofrecerá cobertura de banda ancha a la mitad de la población mundial y facilitará unas conexiones baratas a los usuarios que vivan en los rincones más aislados o depauperados.



Desde la base Kourou, en la Guayana Francesa, el proyecto impulsado por la Sociedad Europea de Satélites (SES) lanzó el pasado jueves una flotilla de cuatro satélites, que se unen a los otros cuatro que habitan el espacio desde junio de 2013. Esta constelación de ocho artefactos situados a 8.063 kilómetros, en la órbita ecuatorial, permite cubrir una vasta zona del planeta: desde Sudán hasta Brasil, de Pakistán a Micronesia. Alrededor de 180 países de Asia, África, América Latina, Oriente Medio y el Pacífico, en los que el acceso a Internet es técnicamente complejo o económicamente disuasorio, podrán beneficiarse de este sistema. Los gestores de O3b sostienen que el acceso a Internet de alta velocidad “es un derecho y no un privilegio”. Es la línea que separa las naciones inforricas y de las infopobres.


Alrededor de este proyecto se han unido SES (que posee el 45% del capital), Google, HSBC, y Liberty Global, además de otras entidades como Development Bank de Sudáfrica, Sofina, Satya Capital, Northbridge Venture Partners y Allen & Company. El empresario de telecomunicaciones y fundador de O3b, Greg Wyler, concibió la idea en 2005, cuando trabajaba en Ruanda para llevar el teléfono a las aisladas zonas rurales.


Con los ocho satélites que ya estás sobrevolando la Tierra, el servicio podría estar comercialmente en marcha en pocos meses. “Una vez hechos los ajustes necesarios, y si todo marcha bien, en octubre o noviembre”, apunta el directivo de SES. O3b planea el lanzamiento de cuatro satélites adicionales, hasta alcanzar el próximo año una constelación de 12, que podrá ampliarse siempre que sea necesario y la demanda de servicio así lo requiera.


Alrededor de 180 países de Asia, África, América Latina, Oriente Medio y el Pacífico podrán beneficiarse de este sistema


La flotilla de satélites situados alrededor del Ecuador necesita también una infraestructura en tierra para captar las señales y rebotarlas. Esta es una misión que se realiza a través de los telepuertos construidos en zonas estratégicas para cubrir Asia, África, América Latina y los países del Pacífico. Estas instalaciones están dotadas de gigantescas antenas parabólicas que van atrapando la señal de un satélite a otro. Para que todo funcione siempre tiene que haber un satélite de O3b conectado a una antena en suelo firme.


La vida útil de estos artefactos es de 12 años frente a los 10 que en principio se habían vaticinado a raíz de los análisis técnicos a los que fueron sometidos. La nueva generación de satélites situados a la orbita ecuatorial tienen una mayor capacidad y una menor latencia (el tiempo de retorno de las señales) al estar colocados a 8.000 kilómetros (los que están en la órbita geostacionaria viven a 36.000). En los satélites de comunicaciones tradicionales, la señal tarda en subir y bajar unos 0,5 segundos. Con esta infraestructura la latencia se reduce a 0,1 segundos. Gracias a su mayor proximidad a la tierra son posibles conexiones más rápidas y flexibles. Y también más baratas.

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